—Pues dale las gracias y déjalo ir.
—¿Las gracias? Si me destrozó el corazón…
—Te mostró que lo tienes. Y que es capaz de latir con intensidad. ¿Acaso no es eso maravilloso?
SANZ, Esther, Si el amor es una isla.
que suelo releer.
[Nunca has sido tú quien me hirió. Hoy me di cuenta que siempre he sido yo. Siempre he sido yo quien ha hecho ambas cosas, amarme y herirme.]