26.2.22
Aira y su discurso histórico en España
ilustración: Chiara Barese. |
Con un discurso titulado "Una educación defectuosa", César Aira recibió el premio Prix Formentor de las Letras 2021 por su "infatigable recreación del ímpetu narrativo, la versatilidad de su inacabable relato y la ironía lúdica de su impaciente imaginación". En esta edición*, reproducimos la segunda parte del mismo.
"Al impartirme yo mismo mi educación en los primeros años de mi vida, como en los últimos he estado soñando que nunca puedo llegar a tiempo, al no aceptar maestros ni consejos, quedé en manos del Hada Atención. Las cosas podrían haber salido bien a partir de ahí. Lo dijo Leibniz: Dios nos da la atención y la atención lo puede todo. Para poder todo hay que administrar bien ese don precioso, al menos tan bien como lo hacen los demás, que reservan la atención para lo que creen importante, en un gesto práctico destinado a evitar una sobrecarga eléctrica en los circuitos cerebrales. Yo, por efecto de las lecturas de las que estaba ya intoxicado, reservé la atención para lo maravilloso. No concebía como digno de mi atención sino lo que estuviera facetado en mil caras, el diamante en cuyo corazón innumerable se reprodujeran las imágenes de mi realidad personal. Ese diamante era un objeto alegórico, pero resultó real. Ahí estuve un día, en Dresde, en la Bóveda Verde o Gabinete de Maravillas de los reyes sajones, a la salida del cual me detuve ante el maravilloso diamante verde del tamaño del corazón de un niño. Ese objeto existe en la realidad, y en la realidad exhausta de los circuitos turísticos. El color, inusitado en un diamante, se debe a que en sus eras bajo la tierra sufrió radiaciones de uranio. Tiempo después leí el diario que llevó el niño Arthur Schopenhauer, futuro filósofo, a los ocho o diez años, en cuyas páginas registra el momento cuando, de paso por Dresde con sus padres, visitó esa misma cámara y se detuvo ante el diamante. Anotó a continuación que, al salir a la calle después de contemplar durante horas los juguetes de oro de los reyes, sintió un gran asombro al ver que los coches y la gente y las casas no eran todas de oro."
*Fuente: periódico local del barrio de Flores, Flores de Papel.