BORGES: —Para mí la democracia es un abuso de la estadística. Y además no creo que tenga ningún valor.
¿Usted cree que para resolver un problema matemático o estadístico hay que consultar a la mayoría de la gente? Yo diría que no; entonces, ¿por qué suponer que la mayoría de la gente entiende de política? La verdad es que no entienden y se dejan embaucar por una secta de sinvergüenzas, que por lo general son los políticos nacionales. Estos señores que van desparramando su retrato, haciendo promesas, a veces amenazas, en resumen: sobornando.
Para mí ser político es uno de los oficios más tristes del ser humano. No lo digo contra ningún político en particular, sino en general. Una persona que trata de hacerse popular entre todos, debe necesariamente carecer de principios y de vergüenza. El político en sí no me inspira ningún respeto.
¿Usted cree que para resolver un problema matemático o estadístico hay que consultar a la mayoría de la gente? Yo diría que no; entonces, ¿por qué suponer que la mayoría de la gente entiende de política? La verdad es que no entienden y se dejan embaucar por una secta de sinvergüenzas, que por lo general son los políticos nacionales. Estos señores que van desparramando su retrato, haciendo promesas, a veces amenazas, en resumen: sobornando.
Para mí ser político es uno de los oficios más tristes del ser humano. No lo digo contra ningún político en particular, sino en general. Una persona que trata de hacerse popular entre todos, debe necesariamente carecer de principios y de vergüenza. El político en sí no me inspira ningún respeto.