17.2.16

Marina Keegan


 Lo que tenemos que recordar, digo yo, es que todavía podemos hacer todo. Podemos cambiar de parecer. Podemos empezar de nuevo.

 La noción de que es muy tarde para emprender cualquier cosa, es cómica. Es ridícula. Onda, no da perder esta sensación de posibilidad porque, al final, es lo único que tenemos.