A veces, la gente deja que el mismo problema le abrume durante años cuando bastaría con decir "¿Y qué?"
Es una de mis frases favoritas: "¿Y qué?"
"Mi mamá no me quería": "¿Y qué?"
"Mi marido no me folla": "¿Y qué?"
"Soy todo un éxito, pero sigo solo": "¿Y qué?"
No sé cómo me las arreglé durante tantos años antes de aprender este truco. Tardé mucho en aprenderlo, pero una vez que te das cuenta, jamás lo olvidas.