5.9.13

Confiar de nuevo

Al día siguiente, el Maestro completó su lección con la historia del ladrón que encontró esta nota en la puerta de la caja fuerte que iba a reventar:


«Por favor, no emplee dinamita. La caja no está cerrada. Basta con hacer girar el picaporte».


Y, en el momento en que hizo girar el picaporte, cayó sobre él un pesado saco de arena, se encendieron las luces de la habitación, y la alarma despertó a todo el vecindario.

Cuando el Maestro visitó en la cárcel al ladrón, éste no podía ocultar su resentimiento:

«¿Cómo voy a poder confiar de nuevo en algún ser humano?»