11.6.21

Louise Lynn Hay

 


Para ser libre es preciso abandonar el resentimiento «que clama justicia» y superar los sentimientos de autocompasión. Cuando sufres un ataque de autocompasión, te conviertes en esa persona desamparada que no tiene ningún poder. Para tener poder es preciso estar con los pies apoyados en el suelo y asumir la responsabilidad.