“El dolor nos hace crecer, nos vuelve más sabios e, incluso, un poco más buenos. Nos descubre facetas que ignorábamos sobre nosotros mismos y también sobre los demás. Por eso es necesario aprovecharse del dolor, exprimirlo hasta el fondo, exigirle una cuota de aprendizaje a cambio de todo aquello de lo que nos ha privado.”
— RIVERA DE LA CRUZ, Marta, En tiempo de prodigios