El Rey del Mar del Sur era Actúa-según-tu-intuición.
El Rey del Mar del Norte era Actúa-como-el-rayo.
El Rey del lugar que había en medio era
Sin-Forma.
Ahora bien, el Rey del Mar del Sur
y el Rey del Mar del Norte
solían ir juntos, a menudo,
a las tierras de Sin-Forma:
los trataba muy bien.
De modo que consultaron entre sí
y pensaron en algo bueno,
en una agradable sorpresa para Sin-Forma
como prueba de aprecio.
"Los hombres", dijeron, "tienen siete aberturas
para ver, oír, comer, respirar
y demás. Pero Sin-Forma
no tiene abertura alguna. Hagámosle
unos cuantos agujeros."
De modo que, sin pensarlo dos veces,
hicieron agujeros a Sin-Forma,
uno por día, durante siete días.
Y cuando terminaron el séptimo agujero,
su amigo yacía muerto.